Mourinho está encantado de alimentar una leyenda urbana: Cuando el Madrid gana, es mérito de Mourinho; pero si el Madrid no gana, no es culpa de Mourinho. Por si vienen mal dadas, "The Special One" se protege con un chaleco anti-balas de espesura gruesa, los árbitros. Nada mejor que airear presuntas conspiraciones y echar la culpa al empedrado. Para desviar la atención ha tirado de victimismo y le ha seguido el juego a los cruzados del "Villarato". Todo con tal de derribar el muro futbolístico de de Guardiola, por lo civil o por lo criminal. Su lloriqueo arbitral, cuyo punto álgido fue el folio de errores de un colegiado, confirma que Mourinho es capaz de lo que sea por ganar. Por lo civil o por lo criminal. Si hay que enfangar la imagen del club para salvar la suya, barro hasta el cuello. Si hay que salvar el pescuezo de la quema, trapos sucios fuera y trastos a la cabeza de Valdano. Lo curioso es que Mou pide que el Madrid le defienda, pero resulta que es el Madrid el que no sabe cómo defenderse de Mou. Pero mientras sea imposible derribar el muro del mejor Barça de la historia, "The Special One" seguirá usando a los colegiados como ariete. Pero ¿Mourinho cree de verdad que los colegiados siguen consignas contra el Madrid? ¿Qué decía de los árbitros hace años? ¿Y qué pensaba cuando no cobraba del Real Madrid? La hemeroteca tiene las respuestas y refresca memorias anestesiadas por el dichoso "Villarato" del que no hay pruebas. Mou sostiene que Pérez Lasa no ha evolucionado y sigue igual que cuando lo conoció en el año 1996. Lo paradójico es que Pérez Lasa podría decir lo mismo de "The Special One". Porque en quince años, Mou sigue siendo el mismo. Sólo cambia de chaqueta. Hubo un tiempo en el que Guardiola era jugador y cruzó la pradera de San Mamés para impedir que Luis Fernández cogiera por las solapas al ayudante de Bobby Robson, un tal Mourinho. En esa época, Mou pensaba en azulgrana, no en blanco, y estas son algunas de sus reflexiones más sorprendentes. Están ordenadas de menor a mayor, conforme al grado de estupefacción que provoca su lectura. Ahí van:- En el Barça ya era un "peculiar" despertador: "Ronaldo no puede marcar un gol de otro mundo y luego pasarse 89 minutos durmiendo". (1996). Hoy Ronaldo es Benzema: "Por ti debo entrenar a las doce, porque a las diez llegas dormido y a las once sigues durmiendo".
- Afear a un jugador en público, marca de la casa: "No me preguntéis más por Kodro. Le aconsejaría hablar menos y trabajar mejor. Si cree que su futuro es turbio, que mejore su aspecto psicológico" (30-09-1996). No ha evolucionado: "No me preguntéis por Pedro León. No es Zidane ni Maradona, el año pasado jugaba en el Getafe".
- En los noventa, cuando el Compostela forzó amarillas antes de jugar con el Madrid, Mou dijo: "Para eso, mejor no jugar. Si quieren ayudar al Madrid, que no jueguen. Así no perdemos tiempo y el Madrid no tiene que jugar 90 minutos". (01-04-1997) Cuando Preciado alineó a suplentes en su once titular, más de lo mismo: "Será difícil ser campeones si los rivales del Barça le regalan los partidos" (24-09-2010). Olé.
- En el Barça respondía a quien se metía en corral ajeno: "Igual en Madrid pensaban que estábamos muertos. Que nos olviden y se centren en lo suyo". (16-04-1997). En Madrid, él sí entra en corral ajeno.
- Mou se siente sólo y dice que no tiene quien le defienda en el Real Madrid. ¿Qué decía en Barcelona?. Ahí va eso: "La prensa de Madrid y su afición apoyan al equipo cien por cien. Nosotros no tenemos la ayuda de nadie, ni nadie que nos defienda. Estamos solos en este barco". (30-01-1997) ¿Les suena?
- En los noventa, Mou estaba enamorado de Cruyff: "Soy un completo admirador de Cruyff. Este Barça, más allá de los resultados, divertirá como el de Johan" (05-09-1996). ¿ Qué opina ahora de su admirado Cruyff? Pues esto: "Quiero que Johan me enseñe. Pero no no quiero que me enseñe a perder 4-0 una final de Champions" y también esto: "¿Cruyff? Mira bien mis ojos, hace una semana que no duermo" (22-10-2010)
- Antes sostenía que era feliz en el anonimato: "Con la fama yo no como ni gano nada" (06-10-1996). Hoy la humildad no está en su diccionario: "Estoy agradecido a Dios por no tener modestia porque es una cualidad que no ayuda en nada. (...) No soy el mejor del mundo, pero creo que no hay nadie mejor que yo".
- Su ironía es un clásico. Hace años era sarcástico: "Admiro a Lorenzo Sanz porque es el único que confía en su equipo. En cambio, a los jugadores del Real Madrid, pidiendo favores de rodillas, les veo muy preocupados" (16-04-1997). Ahora es todavía más dulce: "Veo a los jugadores del Barcelona muy preocupados (...) se pasan todos los días hablando de mi. No hay día que no hablen algo de Mourinho".
- En los noventa, sí había una "mano" arbitral. Mou decía que esa mano era muy blanca: "Si hay una duda dentro del área, los árbitros nos matan. Yo no cito la palabra persecución, pero ¿cómo pueden demostrar los árbitros que no tienen miedo? Matando al Barça, que es el más fuerte". (16-03-1997). Hoy el cuento ha cambiado: "El Barça casi siempre juega contra 10".
- Mourinho olfateaba conspiración en Barcelona: "Todo esto significa que aquí pasa algo. En Madrid nos pitó un árbitro de los que dicen blancos. Ante el Espanyol y la Real nos pitaron dos árbitros madrileños".(22-02-1997). Ahora que le paga el Real Madrid, la conspiración se ha mudado de barrio y se deja "querer" por el Villarato.
- En su adiós al Camp Nou, lágrimas de cocodrilo: "Hoy, mañana y siempre, el Barça en el corazón". Cuando dejó al Inter: cocodrilo que se duerme, billetera: "El Madrid es el buque más grande del planeta y lo mejor para todo entrenador".
-A Mou no creía en "errores humanos" cuando era del Barça: "Creí que venía a un fútbol en el que no pasaban cosas propias de América Latina. Acepto los errores de los árbitros, pero en tres partidos seguidos, no" (21-02-1997) Quince años después, los "errores humanos" se denuncian a base de folios con quejas arbitrales.
- José Mourinho reaccionó así cuando el Real Madrid ganó con un penalti polémico en Zorrilla: "Me han dicho que no fue penalti, pero lloraron tanto que al final tenía que llegar un penalti que les diera los puntos". (18-05-1997) El que no llora, no mama. Años después, en el Madrid, resulta que el "Barça es feliz con Iturralde".
- En los noventa ya tiraba la piedra y escondía la mano: "Los jugadores del Hércules tenían prometido un maletín por ganar al Barça. No puedo desvelar el nombre de la persona ni el contenido de la conversación, pero esto ha sucedido" (02-06-1997). Mou denunció que el Real Madrid primaba a terceros, sin pruebas. ¿Seguirá pensando que los blancos reparten maletines ahora que es el entrenador del Real Madrid?
- Hablar de árbitros era una cortina de humo, por eso le dio este soberano palo a Antic: "Se queja de los árbitros para desviar la atención, pero la realidad es que el Atlético está a 9 puntos del Barça ".(22-10-1996). Antes Mou pensaba que hablar de árbitros era desviar la atención. Ahora no. No deja de ser curioso. Como decía Groucho Marx, "estos son mis principios. Pero si no le gustan, tengo estos otros".
Negro sobre blanco, la conclusión es que la estrategia de Mourinho es prefabricada y se aplica a gusto del club "paganini" que corresponda. Sus quejíos arbitrales eran tristes en Barcelona y ahora lo son en Madrid. El "plan Mou" es inalterable y su discurso, de charlatán de feria, obedece a las mismas pautas de hace quince años. Consiste en abusar de altavoz mediático para reforzar su imagen ante los aficionados cuando gana y en cargarle el mochuelo a los árbitros cuando la cosa se tuerce. Es su protocolo habitual: Sacar la basura fuera para que la huelan los vecinos. Mourinho, becerro de oro al que adorado su yihad de incondicionales, camina o revienta. La ecuación es simple: Mourinho más Villarato, audiencia para rato.
Rubén Uría / Eurosport
The Last Of Us Part 2 Release Date
Hace 3 años
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